La inmigración encarna retos que implican dolor, trabajo duro y el nostálgico recuerdo de nuestro antiguo hogar. Por un lado, tenemos la oportunidad de labrar nuevas tierras, conocer nuestro ambiente y sentirnos orgullosos de cómo nuestras raíces se han extendido más allá de lo que imaginábamos. Sin embargo, hay una lucha constante por permanecer, hemos «superado» las fronteras geográficas, pero con ellas se han quedado atrás nuestros padres, hijos, esposas y amigos.
Entonces la inmigración representa tanto lo bueno —como el empleo, la experiencia, la paz de haber abandonado el peligro—, como lo malo —injusticias, la desconexión con nuestros seres amados, la intolerancia y la sensación de extrañeza—. Pero el dolor que de esto emana es también el detonante para transformarnos.
Miles de inmigrantes han logrado cosas que antes no creyeron posibles, trajeron a sus familias a un nuevo hogar, construyeron juntos paredes, pisos y techos que los acogerían por el resto de sus vidas. Han incluso viajado a otros lugares, han sido exploradores del mundo, han sido reconocidos y no han dejado de luchar, inspirar y solidarizarse con su comunidad.
La adversidad no define quiénes somos, lo que sí lo define es nuestra actitud ante ella. Cómo de un problema extraemos una solución, cómo de la distancia que nos separa hemos encontrado «puntos de contacto», cuando antes no solíamos decir «te amo» y ahora esperamos a salir de la larga jornada laboral para conectarnos por el celular con papá, mamá o nuestra pareja y externarles cuánto los extrañamos.
En la adversidad encontramos esos puntos que nos conectan, que nos hermanan y nos inspiran a seguir creciendo y romper la brecha. La distancia no es lo que nos aleja sino la pasividad, el no acercarnos. Acerquémonos allí donde la unión florece, donde los brazos se extienden, las manos se estrechan y la empatía lo tiñe todo.
En Adriana’s Immigration Services conocemos lo que se siente salir de casa, hay veces que tenemos tiempo de armar maletas, de prepararnos emocionalmente para el momento de la partida. Pero, por lamentable que suene, hay ocasiones donde no nos da ni el tiempo de tomar un cambio de ropa, de despedirnos de aquellos que amamos, de tomar un segundo para respirar y contemplar habitaciones, las bancas de un parque, el camino que siempre tomábamos para ir a la escuela —todos esos lugares llenos de recuerdos y de emociones que superan a la memoria— en ocasiones tenemos que salir corriendo en busca de un mejor futuro.
Adriana’s Immigration Services es un lugar para la reconexión, para la unión de familias. Agenda una consulta gratis con nosotros, cuéntanos tu caso y ten por seguro que te entenderemos y ayudaremos. Llama al 888-545-8545.